FUENTE: Daniel Sánchez
Qué siente, cómo lo vive, cuáles son sus frustraciones… ¿Lo has pensado?
El entrenador de fútbol es una figura ‘imprescindible‘ cuyo trabajo suele estar constantemente puesto en tela de juicio
La figura del entrenador es una de las piezas más importantes del puzle que forma el entorno del deportista. Más aún en la etapa base, donde debe ser un referente y un modelo de conducta a seguir.
Los entrenadores son una parte esencial del deporte. Un elemento fundamental para que la actividad deportiva pueda cumplir sus objetivos. El deporte de competición, el cual incluye entrenamientos y competiciones, es una herramienta poderosa cuyos efectos dependen de cómo se gestione, y uno de los principales responsables de esa gestión es el entrenador.
Pocas veces se tiene en cuenta el peso que llevan los entrenadores y la importancia que tienen para el desarrollo de los deportistas.
Por un lado, trabajan la parte físico-técnica, pero no podemos olvidar que también trabajan la parte educativa. Son los encargados de transmitir los valores claves del deporte: respeto, esfuerzo, cooperación, trabajo en equipo.
¿Y en algún momento, nos hemos parado a pensar, el estrés que llegan a sentir?
El rol del entrenador lleva consigo ciertas habilidades y ciertos recursos que debe tener, cómo la capacidad de liderazgo, la comunicación, el autocontrol, la gestión del estrés precompetitivo…
Sin embargo, es una figura que está constantemente puesta en el punto de mira, evaluándose, criticando, opinando… Esto les puede llevar mucha sobrecarga emocional: por la soledad, por la frustración, por la tristeza, por la incomprensión…y generalmente, no se ve, porque se la echan sobre su espalda para esconderla, ofreciendo su mejor sonrisa, apoyo, confianza y tranquilidad a sus deportistas.
Por todo ello, seamos conscientes que la figura del entrenador no es tarea fácil y, que aunque no nos la dejen ver, también son personas y tienen sus mochilas. Hoy quiero mandar un abrazo especial para todos los entrenadores y las entrenadoras.